La Biblia

Jehová Dios es el Creador del hombre. Es razonable esperar que el Creador revele algunas revelaciones acerca de Sí mismo y de Sus propósitos con el hombre. La Biblia es esa revelación. ¿Es la Biblia verdadera, y es la Palabra de Dios? Los sacerdotes modernos dicen “No” y también dicen que no es digna de confianza. Traeré aquí algunas pruebas que atestan que la Biblia es la Palabra de Dios de la verdad y que es la única guía segura para el hombre.

Los hechos físicos demuestran más allá de cualquier sombra de duda que una vez hubo un gran diluvio de agua que cubrió este planeta. Noé estuvo pasado y salvado por el mundo que fue destruido por esa inundación. Noé fue el hombre más importante del mundo en su época. Él tuvo un conocimiento personal de unas cosas que ningún otro hombre en la tierra en esa época no podía saber tan bien.

Desde la creación de Adán hasta el diluvio pasó un período de 1656 años. En aquellos días la gente vivía casi mil años. Adán estuvo en la tierra 300 años después del nacimiento de Enoc. Siendo un buen hombre, Enoc elevó de Adán todos los hechos que conocía acerca de Edén y de que pasó ahí.

Naturalmente, Enoc transmitió estas cosas a su hijo Matusalén, que fue el abuelo de Noé. De Matusalén y de Lamec, su padre, Noé recibió toda la información que se podía obtener entonces de un hombre, cuyo principal parte se llevó a cabo en el Edén y en lo que siguió después. Noé vivió 350 años después de dejar el arca. Apenas dos años después de su muerte, nació Abraham, y obviamente, Abraham iba a enterarse de la historia humana, de Sem, su bisabuelo, que fue el hijo de Noé.

Abraham es el padre de la gente de Israel, también llamados hebreos. He fue designado como el “padre de los fieles”, y ningún hombre puede tener fe sin conocimiento; por lo tanto, la conclusión evidente es que Abraham fue informado de los enlaces de Dios con el hombre. Jacobo fue un sobrino de Abraham y el padre de José, que se convirtió en un líder poderoso en Egipto.

Moisés, un judío, nació en Egipto, y está escrito de él que fue instruido en toda la sabiduría de Egipto, que obviamente incluía toda la información procedente de sus antepasados. No es raro que un joven rumano aprenda eventos importantes de la historia de la Rumania de su padre. Con más consideración, Moisés aprendió de su padre la historia de su gente. Moisés estaba cualificado emitentemente para escribir la historia del hombre. Moisés escribió los primeros cinco libros de la Biblia. Así, podemos ver que esta información podría ser fácilmente transmitida de una generación a otra.

Enoc, Noé, Abraham y Moisés fueron hombres dedicados a Dios y, obviamente, obtuvieron toda la información que pudieron encontrar con respecto a los enlaces de Dios con la humanidad. El Nuevo Testamento menciona estos hombres como siendo aprobados por Jehová Dios. Si no tuviéramos otra evidencia de la Biblia, fuera de la tradición, ésta sería suficiente para garantizar nuestra la aceptación de la historia de la raza humana. Sin embargo, nosotros tenemos muchas más pruebas.

Se acepta que el hombre es la criatura más inteligente en la tierra. Él tiene una tendencia natural de guardar memoria de los eventos por su propio bien y para las generaciones futuras. Esto en sí mismo es la prueba de que el deseo de mantener un tal informe ha plantado en la mente la inclinación de hacerlo. Lógicamente se deduce que el gran Creador ha provisto los medios necesarias para que tal historia se pueda realizar. Ya que tuvo que ver con Su propia Palabra y Nombre, Él supervisó su preservación y su exactitud. Si Jehová tuvo que ver con el mantenimiento de esta cuenta, entonces podemos saber que la historia contiene la verdad.

Tanto la tradición como la Biblia están de acuerdo en que Moisés fue un hombre dedicado a Dios y que él fue enviado a Egipto por Jehová con una misión específica. Él fue el tipo de hombre que Dios elegiría para hacer una grabación de Sus objetivos acerca del hombre. Moisés, por lo tanto, a través de sus escritos, fue sólo una herramienta de escritura para Dios.

Lo mismo se puede decir correctamente de todos los otros escritores de la Biblia. Dios los impulsó a escribir. Con respecto a esto, David, el rey fiel de Israel, dijo: “El Espíritu de Dios habló a través de mí, y Su Palabra ha estado en mi lengua.” El Espíritu de Dios significa Su poder que es invisible al hombre, pero que Él hace que funcione sobre la mente humana y que conduzca sus acciones.

La gente antigua que fueron fieles a Dios y que escribieron partes de la Biblia son llamados profetas. Con respecto a esa gente está escrito en 2 Pedro 1:21 “Porque ningún profecía fue traída por voluntad humana; sino que la gente hablaron la Palabra de Dios, siendo inspirados por el Espíritu Santo.” Esas personas han escrito predicciones acerca de la llegada de unos eventos que ellos han entendido y de que no sabían nada, hecho que es la prueba de que ellos no eran más que instrumentos en la mano de Jehová, usados de Él para escribir esas profecías.

Las profecías escritas hace siglos se realizan ahora por los hechos que pasan y que son bien conocidos por todos los que las están seriamente considerando. Esta es una prueba clara de que ninguna mente humana podría concebir, o formular las palabras de los profetas, sino que ellos fueron dictados por Jehová y esas personas que han escrito como el poder de Dios le influyó las mentes. Daniel, uno de los profetas, le preguntó a Dios que cuando sucederían estas cosas, y Él le dijo que debía cerrar el libro de la profecía, y sellarla hasta el final de los tiempos, cuando hubiera ser entendida.

Nadie niega que Jesús vivió y murió en Palestina hace casi 2000 años. Lo que Él dijo sobrepasa en sabiduría las palabras de cualquier otro hombre que haya vivido en la tierra. Él habló con autoridad de parte de Jehová, y Sus palabras con respecto a los profetas fueron palabras de aprobación; Él también citó sus palabras con aprobación.

Siglos antes del nacimiento de Jesús, muchos de esos profetas habían escrito acerca de Su nacimiento, el curso de acción que iba a llevar, Sus persecuciones, Su muerte y Su resurrección. Los hechos reconocidos con respecto a Jesús están completamente y totalmente compatibles con estas predicciones y demuestran que ellas fueron correctas. Esto demuestra que ninguna mente humana ha formulado esas profecías, sino que ellas vinieron de parte de Jehová Dios.

Jesús dijo repetidamente que Él es el Hijo de Dios y que Él fue enviado por Jehová desde los cielos para cumplir con un trabajo en el nombre de Su padre y para el bien del hombre. Él nació como hombre para ser un testigo de Dios y para decir la verdad a la gente. Sus palabras registradas en Juan 18:37 dicen: “Yo para esto nací y vine al mundo, para dar testimonio de la verdad.” En el mismo día, y poco antes de Su muerte, Jesús dijo acerca de la Biblia, El libro de Dios: “Tu Palabra es la verdad”.
Rechazar la Biblia es rechazar a Jesús como el Hijo de Dios y negar la veracidad de Su testimonio.

Todo aquel que cree que Jesús fue y es el gran Maestro debe creer que la Biblia es la Palabra de Dios de la verdad. La porción de la Biblia llamada el Nuevo Testamento fue escrita por personas que tuvieron vínculos directos con Jesús y que aprendieron de Él, y que escribieron bajo el poder y la dirección del Espíritu de Dios, y lo que escribieron es la verdad.

Los manuscritos originales de la Biblia se mantuvieron bajo la custodia del pueblo escogido de Dios, los israelitas. Los eventos históricos incuestionables, excepto la Biblia, muestra que, desde el tiempo de Ezra se reescribieron o se copiaron los manuscritos originales, y que esa labor continuó hasta el año 900 después de Cristo. Tres de esos manuscritos existen hoy.

El Manuscrito de Alejandría se encuentra en el Museo Británico. El de Sinaí es dentro de una biblioteca en Rusia y en el manuscrito del Vaticano se encuentra en la Ciudad del Vaticano. Muchas versiones y traducciones de estos manuscritos antiguos fueron realizadas por gente fiel. Por esto tenemos la Biblia que usamos hoy en día. Cada intento fallido de destruir la Biblia falló, hecho que es la prueba de que Dios la guardó para el bien del hombre.


Que la Biblia es la verdadera guía para el hombre está escrito por uno de los santos profetas en el Salmo 119:105: “Tu Palabra es una lámpara para mis pies, y una luz para mi camino.” La ley de Dios para el hombre aparece en la Biblia. Conocer y escuchar a esa ley significa andar el camino de la rectitud y de la pureza. En el Salmo 19:7,8 está escrito: “La ley de Dios es perfecta, y convierte el alma; el testimonio de Dios es verdad y que hace sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos y gozan el corazón; los mandamientos del Señor son puros y dan luz a los ojos. “

El investigador cuidadoso puede venir con confianza a las Escrituras, sabiendo que ellas descubren la voluntad de Dios acerca el hombre y son dados al hombre para su enseñanza en justicia y pureza. Él Puede contar con confianza con las Escrituras. La Biblia es la base de su fe en Dios, y una conciencia de ella le hace capaz de entender algo del gran amor que Dios tiene hacia la familia humana. Una discusión completa sobre el origen y la autenticidad de la Biblia se encuentra en el Libro de la Creación.

La razón por la que hay tanta ignorancia entre la gente con respecto a la Biblia es que satanás, el enemigo del hombre y de Dios interfirió en la compresión del hombre acerca de la verdad. A través de sus organismos, satanás ha matado a muchas de las personas que han cumplido fielmente su obra acerca de la Biblia, pero no antes de que su trabajo sea completado. Miles de ejemplares de la Biblia fueron destruidos por los mismos organismos del mal, pero el diablo, a pesar de todos sus esfuerzos, no pudo detener el avance de los propósitos mostrados de Dios y la revelación de Dios a la gente a través de Su Palabra.

Siendo incapaz de detener la publicación de la Biblia, satanás trató, a través de sus representantes, de corromper su significación y de poner en la mente de la gente una mala interpretación de sus textos. Todos los medios a mano fueron utilizados del malo para volver la mente de los que estaban lejos de Dios y de Su Palabra pura de la verdad. Durante siglos, muchas de estas grandes verdades se han oscurecido y fueron robados a la gente. Al debido tiempo de Dios, estas doctrinas puras fueron devueltas a los buscadores sinceros de la verdad.

Ahora es la hora marcada por Dios para que la verdad sea conocida, y el diablo no puede hacer nada para impedir que la verdad sea hecho conocido. Ha llegado el momento para la bandera de Jehová sea levantada para que la gente sepa qué camino tomar. Esta bandera o estándar se encuentra en la Biblia. Alrededor de esta bandera los justos y los verdaderamente honestos se reunirán. La marea de la verdad se eleva cada vez más y seguirá elevando hasta que llene toda la tierra como las aguas llenan el mar profundo. Esto será la gloria de Jehová Dios.

El tiempo ha llegado para que Jehová haga conocido Su nombre en toda la tierra, y Él hará esto a través de Su Palabra y por medio de la manifestación de Su poder. Tenga en cuenta que la verdad no pertenece a ningún hombre. Él es la verdad de Dios. Dios usó personas o instrumentos humanos en diferentes momentos para Sus propósitos y para Su gloria, pero la verdad ha sido siempre y siempre será de Jehová. La Biblia es Su Palabra de la verdad, dado para guiar a los que buscan la justicia.